"... Todo lo que no se transmite a conciencia se pierde en el paso de una generación a otra. Lo que existió, durante siglos desaparece en el curso de unos pocos años. Todo cambia muy rápido y muy poco tiempo después nadie recuerda como eran antes las cosas, y por lo tanto creen que han sido siempre así y que por sí solas se mantendrán invariables... "   Del libro Todo lo que era sólido, de Antonio Muñoz Molina.
El Patrimonio, como representante de la memoria colectiva de un pueblo, cuenta con las posibilidades (potencialidad intrínseca), necesarias para mejorar la cohesión y reforzar el sentimiento de identidad de sus individuos, convirtiéndose en un maco referencial de orden social. ¿Como? Si la memoria colectiva representa la escencia de un grupo, el sistema de imágenes que constituye esta memoria configura el patrimonio de este grupo. Este contribuye a insertar en el espacio este conjunto de imágenes que facilita así su fijación en la memoria del grupo. Actuando como factor integrador del conjunto de elementos y personas que forman una colectividad con rasgos específicos y distintivos. Todo aquello que hace referencia a nuestra propia identidad (lengua, vestigios materiales, enseres, utensilios, usos, costumbres, creencias) ha de ser considerado patrimonio.